lunes, 11 de mayo de 2009

" Abuelos "

- Ya voy, ya voyyyy…le repite por segunda vez, te he dicho antes que no hace falta correr.-
Qué mujer dios, cuantos más años paso con ella, más me achucha a hacer las cosas, que si no regué las plantas del jardín, que si no he traído bien lo que me pidió del súper, qué cuando voy a llamar a no sequé, qué…
El primer día de jubilación pensé…por fin, por fin tengo todos los minutos para estar con ella, pasear, leer, dejaré que se deshaga en mimos conmigo…si es que no para… pensaba al tiempo que respiraba hondo y se encendía la pipa con sus aún firmes manos. Ya llevaban muchos años juntos, toda una vida y aunque se sentía viejo y su cuerpo estaba cansado, no había dejado de dibujarse una sonrisa en la comisura de sus labios cada vez que la miraba.

- Te dije que lo hicieras esta mañana, pero entre la partidita de dominó, el pinchito y la siestecita pues nada, ya, yaaa..ya sé que no me oiste, pero las pilas del sonotone también se cambian cielo.-
Le preparó su café como le gustaba hacer todas las tardes y fue a arreglarse. Mientras respiraba hondo se miró al espejo, se peinó, se maquilló, al pasar el carmín por sus labios, notó que ya no estaban tersos como antes, pero aun tenía una boca bonita, es cierto que ya no era la chica joven que le enamoró, pero aún estaban juntos, le encantaba que ese cascarrabias se metiera con ella, él pensaba que no se daba cuenta cuando le sonreía, pero ella sentía esa sonrisa incluso estando de espaldas y le hacía feliz.
Le sigue haciendo ilusión irse a bailar con él los sabados, con el paso de los años hasta se defiende bailando, no deja de recordar su primer baile lento, derecha, derecha, giro a la izquierda, su fuerte brazo asiéndola por la cintura marcando el ritmo de la música…
Una velada más, una noche más,
él siente que todos los mimos son pocos, reniega, discuten, ríen, hablan de mil cosas que ya se saben..
ella le cuida, le escucha, pero sobre todo sabe que llegará la noche y aunque mayores y viejecillos le notará apretándose contra su espalda pasando su pierna por encima, como siempre.



Esto podría ocurrir en cualquier pareja de abuelos, quien sabe, dentro de unos cuantos años, Me acordé de uno de los libro que tengo en la librería, la tierna historia de dos viejecitos, Manuel y Manuela, que aceptan con naturalidad las huellas de los años. Manuela es coqueta como una chiquilla y a Manuel le encanta bailar con ella. Se llama “Abuelos” de la editorial gallega Kalandraka es un canto a la ternura, nos enseña a encontrar la belleza a través de los ojos del amor, nos muestra todo el cariño que puede existir cuando el cuerpo se marchita pero sobre todo nos descubre las ventajas de vivir con una sonrisa en los labios.

Y digo yo, a quién no le gustaría envejecer al lado de la persona que ama

9 comentarios:

  1. Hermosa historia... que veo repetirse todos los días, y ojalá por muchos años.

    Y sí, ¿a quién no le gustaría?

    Un abrazo desde el universo violeta.

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  2. Vaya, vaya princesa. Es el primer micro-relato que leo tuyo, y lo haces muy bien. Un texto lleno de ternura. Y aunque el tema, los viejiños y todo eso, se preste a la ternura de por sí, ese aire sencillo y por lo tanto creíble lo llena de encanto.
    Lo que me resulta curioso es que lo relataras a través del protagonista masculino. ¿Algún motivo que te haya inspirado?.
    Espero que esto sea el principio de una serie de pequeños relatos escritos por vuesa merced.
    Un besazo
    Ah! Y el agüelete que no se preocupe que ahora hay viagra

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  3. Hola cielo precioso relato lleno de ternura
    un beso de Luna

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  4. Si tu texto hace referencia a ese libro, seguro que es maravilloso. Me lo anoto para mi próximo paseo por la librería. Una verdadera ternura lo tuyo. :)

    Un besote y feliz semana

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  5. pues si mi querida silvia, a quien no, yo al paso que voy, no es que vaya a envejer con la persona amada, sino mas bien, voy a ser amada en mi vejez, jajajaja, chiste malo, lo se
    pero ese es el ideal de amor que guardo yo, claro, que la vida lo uqe me ha dado ha sido, sucedaneos del amor, y no eso,
    estas guapisima y besos

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  6. opino como el capi, no sabia que lo habias escrito tu, y me ha encantado,

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  7. Qué bonito, Sylvia, es precioso. ME apunto el libro, gracias por la recomendación.

    Un saludo.

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  8. Tierno y, en el fondo, envidiable, tremendamente envidable ... Me gusta tu blog!

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  9. Precioso relato, tierno pero no melodramatico. La foto y el paisaje (¿Sanse...?) el justo contrapunto.
    Saludos

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